La tesis principal en la que se basa el mundo de las inversiones es: Asumir un cierto nivel de riesgo para obtener un cierto nivel de rentabilidad. Esta relación tiende por lo general a ser una relación directa, es decir mientras más riesgo se asume, se puede esperar una mayor rentabilidad. El riesgo de una inversión se mide con la desviación típica de los rendimientos que dicha inversión posee, esta desviación de sus rendimientos se denomina volatilidad.

Esto nos lleva a la siguiente cuestión. ¿Una inversión con baja volatilidad puede llevarnos a tener rentabilidades elevadas?, la respuesta es sí, por medio de lo que se denomina low-volatility factor investing, que será explicada a continuación.

¿Qué es el low volatility factor investing?
Un fondo de inversión de renta variable puede invertir en base a una amplia variedad de factores: value, momentum, y el factor que se comentará el día de hoy: El low volatility factor investing.
Este factor de inversión consiste en seleccionar las compañías que presenten la volatilidad más baja dentro de un universo de inversión y construir un portafolio equiponderado con las mismas, que posteriormente será rebalanceado en base a la evolución de la volatilidad.

La tesis de esta inversión se basa en que, si bien el low volatility factor investing se queda atrás en momentos en donde se presentan mercados alcistas, es en el momento de las correcciones en los que se puede ver el potencial de este estilo de inversión, ya que en dichos momentos, cuando el mercado cae, un portafolio construido en base a este factor cae mucho menos, lo que le permite recortar esas diferencias generadas en los mercados alcistas y en muchos casos superar a muchos portafolios que usan otro estilo de inversión. Evidencia empírica muestra que el low-volatility factor investing genera mejores resultados en el largo plazo debido a esa capacidad que posee de soportar grandes caídas de los mercados. A continuación un ejemplo de fondo que usa este estilo de inversión.